El pasado 2 de marzo recibimos varios avisos alertando de la presencia de una tortuga muerta muy grande en la playa de Cala Xinxell (Calvià).Nos desplazamos hasta la playa para descubrir el caparazón de una tortuga laúd (Dermochelys coriacea).
La tortuga laúd se diferencia del resto de tortugas marinas porque su caparazón está recubierto de una piel resistente tipo cuero con 7 aristas longitudinales, proporcionándole un aspecto externo coriáceo; mientras que las otras 6 especies de tortugas marinas que existen en la actualidad tienen un caparazón recubierto de grandes escamas córneas formando escudos con una distribución característica.
Otra diferencia es que la tortuga laúd no tiene uñas en sus extremidades, mientras que el resto de tortugas marinas poseen una o dos uñas en sus extremidades.
Es el quelonio viviente más grande que existe en la actualidad., pudiendo superar los 2 metros de longitud y un peso máximo de 916 kilos (el peso promedio se encuentra entre 300 y 360 kg).
Se distribuye por todos los océanos del mundo, en mar abierto y no suele frecuentar las zonas costeras. Su rango de dispersión es más amplio que el del resto de especies de tortugas marinas debido a cierta capacidad para regular la temperatura que le permite colonizar latitudes más frías, de hasta 10ºC. Esta capacidad para soportar temperaturas más bajas la consiguen gracias a la presencia de un tejido subcutáneo muy graso que actúa como aislante, aún así son animales ectotérmicos, es decir, de sangre fría.
Se caracterizan por realizar largas migraciones transoceánicas desde las áreas de reproducción en playas arenosas tropicales hasta las áreas de alimentación en aguas templadas y subpolares. Su presencia en el mar Mediterráneo es esporádica, pudiendo proceder del Atlántico, adentrándose a través del Estrecho de Gibraltar, o proceder del Índico, adentrándose a través del Canal de Suez.
La presencia de esta especie en aguas de Baleares es muy poco frecuente, habiéndose registrados 3 varamientos desde 1993: en junio de 1993 en Santa Ponça (Calvià), en mayo de 1997 en Puerto de Andratx y en septiembre de 2001 en Cala Comtessa (Calvià). El 2 de noviembre de 2017 fue avistado un ejemplar en aguas del Puerto de Sóller.
Como ya hemos comentado en otra publicación anterior, el pico de las tortugas marinas está adaptado morfológicamente a su tipo de alimentación. Así, el pico de la tortuga laúd es delgado y filoso, con un borde de ganchos y puntas que facilitan la captura de invertebrados pelágicos de constitución suave y resbalosa como medusas, ctenóforos y salpas.
Desde el año 2013 está catalogada como vulnerable por la UICN. Las amenazas a las que se enfrenta la tortuga laúd, al igual que el resto de tortugas marinas, son: la captura accidental en artes de pesca, la captura para comercializar con sus productos o para el consumo de huevos, la pérdida del hábitat costero, la polución debido a la ingestión de cuerpos extraños o enmallamientos en redes fantasma y plásticos, patógenos o el cambio climático.
Las predicciones señalan que el futuro de sus poblaciones depende del éxito de las acciones de conservación que se están llevando actualmente y de las futuras amenazadas a las que tengan que enfrentarse en el futuro, como por ejemplo el cambio climático.
“El Centro de Recuperación de Fauna Marina de Palma Aquarium es un servicio gestionado por el Consorcio para la Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (COFIB), organismo perteneciente a la Consellería de Medi Ambient i Territori”