El pasado día 12 de febrero fue el Día de Darwin, que es una celebración que fue instituida para conmemorar el nacimiento en 1809 del naturalista inglés Charles Darwin, considerado el padre de la teoría de la evolución.

El día 27 de diciembre de 1831 se embarcó en el H.M.S. Beagle y realizó un viaje de 5 años que le llevaría a viajar alrededor del mundo. Durante el viaje Darwin observó las semejanzas y diferencias entre las mismas y distintas especies, lo que propició que dudara sobre la inmutabilidad de las especies. Un claro ejemplo es la morfología del pico de los pinzones de las Islas Galápagos, puesto que las distintas aves presentan formas distintas de picos adaptadas a diferentes tipos de alimentación. A partir de estas ideas publicó en 1859 su reconocido libro El origen de las especies donde introduce la idea de la selección natural como mecanismo en la evolución de las especies. Es decir, las especies evolucionan para adaptarse al medio en el que se encuentran.

Los picos de las 7 especies de tortugas marinas que existen en la actualidad también son diferentes entre sí y cada uno de ellos está adaptado a un tipo distinto de alimentación:

La tortuga boba (Caretta caretta) posee una mandíbula fuerte y un pico grueso para triturar alimentos duros como la concha de moluscos preferiblemente.

La tortuga verde (Chelonia mydas), la única con alimentación herbívora, tiene un pico con bordes filosos y aserrados que le facilitan el corte de algas y plantas marinas.

La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) tiene un pico delgado y filoso, con un borde de ganchos y puntas que facilitan la captura de animales de constitución suave y resbalosa como medusas.

La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) tiene un pico alargado para introducirlo entre las ramas y las cavidades de los arrecifes de coral para capturar esponjas, moluscos o crustáceos.

Los picos de la tortuga lora (Lepidochelys kempii) y golfina (Lepidochelys olivácea) son también fuertes y gruesos para romper alimentos duros. La tortuga lora se alimenta preferentemente de cangrejos y la tortuga golfina se alimenta de una mayor variedad de animales del fondo y de mar abierto.

La tortuga plana de Australia o kikila (Natator depressus) tiene un pico fuerte que le permite alimentarse de animales de superficie y de fondo como pepinos de mar, corales suaves y varias clases de moluscos.

Los antepasados de las tortugas marinas actuales surcaban los océanos hace unos 200 millones de años. Sin duda, su éxito evolutivo se debe a sus sorprendentes capacidades de adaptación que les han permitido sobrevivir a cambios climáticos y auténticas catástrofes geológicas.

Paradójicamente en la actualidad, la supervivencia de las tortugas marinas está en manos del ser humano. Trabajemos todos unidos para garantizar su futuro!