El uso del plástico en nuestra vida cotidiana es indiscutible. Se utiliza alrededor del mundo y en la mayoría de ámbitos de nuestro día a día. Las características que lo hacen tan útil es que es un material “plástico” al que durante su fabricación se le puede dar prácticamente cualquier forma y es muy duradero. Pero al mismo tiempo, estas mismas características hacen que cuando es descartado en el medio ambiente, pueda permanecer por períodos de tiempo muy largos, de cientos e incluso miles de años, afectando seriamente a los ecosistemas. El problema se agrava si tenemos en cuenta que aproximadamente la mitad de los materiales de plástico que se fabrican son de un solo uso… ¿Acaso no es un contrasentido que un objeto que se utiliza una vez esté fabricado con uno de los materiales que más perduran?
Desgraciadamente, de los millones de plásticos que se desechan la mayoría acaba en el océano, el cual se está convirtiendo en un gran vertedero. Según un estudio realizado por la investigadora Jenna Jambeck en 2015, una media de 8 millones de toneladas de plástico va a parar al océano anualmente. Esta cifra equivale a un camión de basura lleno de plásticos descargando su contenido en el océano cada minuto. Y las previsiones no son esperanzadoras, según las Naciones Unidas, si la tendencia de la producción y eliminación de plásticos continua como hasta ahora, se calcula que en 2050 los océanos recibirán el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos cada 15 segundos, de manera que la cantidad de plásticos en los océanos será mayor que la cantidad de peces.
En la Fundación Palma Aquarium es bien conocido el efecto que tienen estos desechos plásticos en tortugas marinas y cetáceos, ya que causan en ellas enmallamientos que pueden provocar amputaciones, ahogamientos o malformaciones; o problemas por su ingestión como obstrucciones intestinales, inanición o lesiones al tracto digestivo.
Por este motivo celebramos la aprobación el 29 de enero del Parlament de les Illes Balears de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Se trata de una ley nueva y pionera que se anticipa a las directrices europeas y que defiende que el mejor residuo es aquel que no se genera. En esta línea, para alcanzar su objetivo en la ley se prohibirá en 2021 el uso de plásticos de un solo uso como bolsas, vajillas, pajitas, bastoncillos para los oídos o cápsulas de café, los cuales tendrán que ser reemplazados por materiales biodegradables. También prohíbe la venta de productos que contengan microplásticos o nanoplásticos.
Aunque el peso de esta nueva ley recae principalmente en la fabricación y venta de los productos plásticos, también queremos recordar la gran responsabilidad que tenemos los ciudadanos con la gestión de nuestros residuos. Luchemos todos juntos por un océano sin plásticos.
Enlaces de la ley
Llei de residus i sòls contaminants de les Illes Balears
PROJECTE DE LLEI RGE NÚM. 7154/18, DE RESIDUS I SÒLS CONTAMINANTS DE LES ILLES BALEARS
Photo Credit: World Press Photo