Actualmente en el centro de rescate de Palma Aquarium siguen recuperándose cuatro ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta): Coves, Shelly, Terra y Turrón.
Shelly es nuestra tortuga marina más pequeña en estos momentos, de tan sólo 2 kilos. Llegó al centro de rescate el 23 de septiembre con la aleta anterior derecha enredada en redes, por lo que ésta tuvo que ser amputada quirúrgicamente. Afortunadamente se encuentra totalmente recuperada de la herida, y los resultados de sus analíticas sanguíneas siguen mejorando cada día. Actualmente la hemos trasladado a una de nuestras piscinas exteriores donde sigue recuperándose y creciendo cada día más.
Coves, llegó de Ibiza el 7 de diciembre con la aleta anterior izquierda enmallada y como consecuencia de la gravedad de sus heridas tuvo que ser amputada quirúrgicamente. Además, también flotaba en el agua debido a la presencia de gas en su sistema digestivo. Actualmente se encuentra totalmente recuperada y ha sido trasladada a una piscina exterior para poder ejercitar sus músculos y pronto podrá ser libearada.
Terra, llegó de Formentera el 19 de septiembre con ambas aletas comprometidas a causa de un enmallamiento. La aleta anterior derecha tuvo que ser amputada quirúrgicamente, pero afortunadamente la izquierda pudo ser salvada gracias a la aplicación de curas diarias. Actualmente sigue recibiendo tratamiento de sus heridas cada 72 horas y éstas siguen mejorando considerablemente. Terra aún no ha recibido el alta hospitalaria pero cada día está más cerca el día de su liberación.
Nuestra última tortuga marina, Turrón, llegó en una fecha muy especial, el 24 de diciembre con problemas para regular su flotabilidad y neumonía. Desde su llegada mejora lentamente pero aún requiere de tratamiento antibiótico y va a necesitar de un tiempo más largo para su total recuperación.
La recuperación de tortugas marinas es un trabajo que se realiza día a día, en la mayoría de casos durante varios meses, en el que contamos con la ayuda diaria de nuestros voluntarios para curar, alimentar y limpiar. Además, las tortugas marinas son transportadas y revisadas en varias ocasiones por nuestra veterinaria en el Hospital Veterinario Aragó. Sin duda, se trata de un duro y constante trabajo, que se ve gratamente recompensado cuando echas la vista atrás y recuerdas el día en que llegó la tortuga marina hasta que finalmente llega el momento en que, después de todo el esfuerzo y dedicación, por fin puede ser devuelta al mar.